trabjo de EDUCACIÓN RELIGIOSA ESCOLAR

 INSTITUTO MIXTO INTERCULTURAL SANTIAGO
EDUCACIÓN RELIGIOSA ESCOLAR
GUÍA PROYECTO FINAL
2 a . Pluralismo religioso
CUARTO BACHILLERATO EN COMPUTACIÓN, EDUCACIÓN Y DISEÑO.
HNO. SANTIAGO CHOLOTÍO MENDOZA
Valor 30 puntos
Fecha de entrega 28-05-2021

ESTUDIANTE; ALAN NOEL DOMINGO VASQUEZ 

 

ceremonias mayas 

La versión que tiene más lógica y que es a la que se hace alusión en el nombre es la tercera y su nombre Maximon o Abuelo amarrado. Poco a poco su culto se fue extendiendo por los pueblos Tz´utujiles, luego hacia los Kaqchiquela´ y luego a los k’iche’. Por eso es que en algunos pueblos mayas no se le conoce.

 

La permuta del nombre Maximon a San Simón tiene que ver desde mi punto de vista con dos formas:

 

1. Se le celebra por que los mestizos o ladinos en Guatemala no sabían pronuncias Maximon y por la similitud fonética le llamaron entonces Simón, luego a Hermano Simón y para finalizar en San Simón por los milagros que realiza; Maximon = San Simón. El único elemento faltante era el día para celebrarlo, muchas personas celebran su fiesta el 28 de octubre porque la Iglesia Católica celebra la fiesta de los Santos Simón y Judas Tadeo. 

 

2.   Desde la Reforma Liberal de 1,871 y el encumbramiento en la población mestiza que aún mantenía cierta parte de la cosmovisión[2] maya, pero alejándose de la parte cultural[3] (traje, idioma, tipo de vivienda, sentido comunitario etc), al recordar que las generaciones anteriores a ellos le rendían culto, y recibían milagros, pero ya no se identificaban como mayas, tuvieron que “hacerlo  igual a ellos”, es decir, no criollo; pero tampoco visto como un inferior maya.

 

Bajo esta segunda premisa, no era posible que los mestizos o ladinos le pidieran favores a una persona de una etnia inferior, y menos pedir favores e hincarse frente a un indio, entendiendo “Indio como estableció Severo Martínez en 1970 para el caso guatemalteco-- un término de contenido colonial que designa una realidad de esclavitud, servidumbre, vasallaje, opresión, explotación y discriminación, cierta intelligentsia[4] indígena había venido usándolo, a lo largo de la década del setenta (Morales)”[5]

 

Por ello es que la imagen maya es vestida con el traje tradicional, pañuelos, sobrero, y una máscara hecha de palo de pito (árbol sagrado maya); mientras que el San Simón ladino vestido con traje oscuro. Cada cual lo viste según su forma. Parafraseando a Mario Roberto Morales, sobre el titulo de su libro: La articulación de las diferencias o el síndrome de Maximón. (Los discursos literarios y políticos del debate interétnico en Guatemala),es el mismo fenómeno, solo que para uno para los “mayas”, y otro para los “ladinos”.

 

Desde la Espiritualidad  Maya los guías espirituales reconocen en  la actualidad  a Rilaj Mam o Maximon como un guía de guías, un principal, entre los principales, y a un gran abuelo a quien se puede recurrir en dificultades. Su fiesta correcta es el día Oxlajuj T’zi (13 justicia), en el calendario Maya, aunque algunos también le celebran en el día Oxlajuj Ajpu (13 Cerbataneros).

 

Es mejor si vamos celebrando su memoria y legado  desde una forma correcta y verlo en su forma original como Maya Tz´utujil alejándonos de la forma de mestizo o ladino.

Hoy día la fiesta del 8 B’atz’ es una de las celebraciones más importantes entre los practicantes de la espiritualidad maya de Guatemala, considerándose incluso hoy día como el “año nuevo maya”; ocurre cada 260 días y la próxima que vendrá será el 12 de diciembre de 2012.

 

Exceptuando la entrada del Mam al principio del año nuevo, las fechas importantes del cholq’ij están desvinculadas del calendario solar, pero son de suma importancia ritual y se celebran con ceremonias que tiene por objetivo por una parte agradecer las bondades y favores que se recibe desde el mundo sagrado en lo individual, lo familiar y en lo comunitario, así como propiciar una vida equilibrada y tranquila. Estos días se invocan y alimentan aquellos nawales con una fuerza precisa cifrada en el numeral que lo acompaña, a fin de que animen la vida en el Kaj-Ulew, ‘Cielo Tierra’. A todos estos días se les llama nimalaj q’ij, “días grandes” o “días mayores”.

 

Judaísmo

 

El término judaísmo se refiere a la religión, tradición y cultura del pueblo judío. Históricamente, es la más antigua de las tres religiones monoteístas,5​ grupo que incluye el cristianismo y el islam, originadas en Medio Oriente y que derivan de la primera, llamadas «religiones del Libro» o «abrahámicas». Cuenta con el menor número de fieles entre ellas.

Aunque no existe un cuerpo único que sistematice y fije el contenido dogmático del judaísmo, su práctica se basa en las enseñanzas de la Torá, también llamada Pentateuco, compuesto por cinco libros. A su vez, la Torá o el Pentateuco es uno de los tres libros que conforman el Tanaj (o Antiguo Testamento), a los que se atribuye inspiración divina.

En la práctica religiosa ortodoxa, la tradición oral también desempeña un papel importante. Según las creencias, fue entregada a Moisés junto con la Torá y conservada desde su época y la de los profetas. La tradición oral rige la interpretación del texto bíblico, la codificación y el comentario. Esta tradición oral fue transcrita, dando nacimiento a la Mishná, que posteriormente sería la base del Talmud y de un enorme cuerpo exegético, desarrollado hasta el día de hoy por los estudiosos. El compendio de las leyes extraídas de estos textos forma la ley judía o Halajá.

El rasgo principal de la fe judía es la creencia en un Dios omnisciente, omnipotente, personal y providente, que habría creado el universo y elegido al pueblo judío para revelarle la ley contenida en los Diez Mandamientos y las prescripciones rituales de los libros tercero y cuarto de la Torá. Consecuentemente, las normas derivadas de tales textos y de la tradición oral constituyen la guía de vida de los judíos, aunque la observancia de las mismas varía mucho de unos grupos a otros.

Otra de las características del judaísmo, que lo diferencia de las otras religiones monoteístas, radica en que se considera no solo como una religión, sino también como una tradición, una cultura y una nación.67​ Las otras religiones trascienden varias naciones y culturas, mientras que el judaísmo considera la religión y la cultura concebida para un pueblo específico. El judaísmo no exige de los no judíos unirse al pueblo judío ni adoptar su religión, aunque los conversos son reconocidos como judíos en todo el sentido de la palabra. 

 

Educación en el Islam

La educación ha jugado un rol central en el Islam desde sus inicios, debido en parte a la centralidad de la escritura y su estudio en la tradición islámica. Antes de la era moderna, la educación comenzaba a una edad joven con el estudio del árabe y del Corán. Tras ello, algunos estudiantes proceden a formarse en el tafsir (exégesis coránica) y el fiqh (jurisprudencia islámica), los cuales son vistos como disciplinas particularmente importantes.Durante los primeros siglos del Islam, los establecimientos educacionales eran completamente informales, pero hacia comienzos de los siglos XI y XII, las élites gobernantes comenzaron a establecer instituciones religiosas de educación superior conocidas como madrasas, en un esfuerzo de garantizar el apoyo y la cooperación de los ulemas (expertos religiosos). Pronto, las madrasas se multiplicaron en todo el mundo islámico, lo que ayudó a difundir el aprendizaje islámico más allá de los centros urbanos y uniendo a diversas comunidades islámicas en un proyecto cultural compartido.1​ Las madrasas se dedicaron principalmente al estudio de la ley islámica o Sharia, pero también ofrecían otras asignaturas como teología, medicina y matemáticas.2​ Históricamente, los musulmanes distinguieron disciplinas heredaras de civilizaciones pre-islámicas, como la filosofía y la medicina, a los cuales llamaban ''ciencias de los antiguos'' o ''ciencias racionales'', de las ciencias religiosas islámicas. Estas ciencias florecieron durante varios siglos, y sus transmisiones formaron parte del marco educacional en el islam clásico y medieval. En algunos casos, fueron apoyados por instituciones como la Casa de la sabiduría en Bagdad, pero con mayor frecuencia, los conocimientos eran transmitidos informalmente de profesor a alumno. Mientras los estudios formales en las madrasas fueron abiertas solo para los hombres, las mujeres de familias principalmente urbanas fueron educadas comúnmente en recintos privados, y la mayoría de ellos recibían y emitían ijazas (diplomas) en estudios del Hadiz, caligrafía y recitación de poemas. Las mujeres trabajadoras aprendían textos religiosos y habilidades prácticas principalmente entre ellas mismas, aunque también recibieron algunas enseñanzas junto con hombres en las mezquitas y residencias 

Budismo

 

El budismo es una religión mundial y una «doctrina filosófica y espiritual»34​ perteneciente a la familia dhármica. Comprende una variedad de tradiciones, creencias religiosas y prácticas espirituales principalmente atribuidas a Buda Gautama. El budismo es la cuarta religión más importante del mundo con más de 500 millones de adeptos o el 7 % de la población mundial.5

El budismo se originó en la India entre los siglos VI y IV a. C., desde donde se extendió a gran parte del este de Asia y declinó su práctica en el país de origen durante la Edad Media.

La mayoría de las tradiciones budistas comparten el objetivo de superar el sufrimiento (dukkha) y el ciclo de muerte y renacimiento (samsara), ya sea por el logro del Nirvana o por el camino de la budeidad.67​ Las escuelas budistas varían en su interpretación del camino hacia la liberación, la importancia relativa y la canonicidad asignadas a los diversos textos budistas, y sus enseñanzas y prácticas específicas. Las prácticas ampliamente observadas incluyen refugiarse en el Buda, el Dharma y la Sangha, la observancia de los preceptos morales, el monasticismo, la meditación y el cultivo de los Pāramitās (perfecciones o virtudes).

Existen dos ramas principales del budismo: Theravāda (Escuela de los Ancianos) y Mahāyāna (El Gran Camino).

El budismo Theravāda es dominante en Sri Lanka y el sudeste asiático, como en Camboya, Laos, Myanmar y Tailandia. Mahayana, que incluye las tradiciones de Tierra Pura, Zen, Budismo Nichiren, Shingon y Tiantai (Tendai), se encuentra en todo el este de Asia.

Vajrayana, un conjunto de enseñanzas atribuidas a adeptos indios, puede verse como una rama separada o como un aspecto del budismo Mahayana. El budismo tibetano, que conserva las enseñanzas Vajrayana de la India del siglo VIII, se practica en los países de la región del Himalaya, Mongolia y Kalmukia.

Hinduismo

 

El hinduismo es una religión (dharma) ampliamente practicada en el Sur de Asia. Los hinduistas creen que la suya es la religión más antigua del mundo, y se refieren a ella como «sanatana dharma» (‘religión eterna’). Los eruditos consideran al hinduismo como una fusión o síntesis de varias culturas y tradiciones indias, con diversas raíces y sin ningún fundador. El hinduismo temprano tiene sus orígenes en la civilización del valle del Indo, que existió alrededor de 4.500-5.000 a. C. a 1.800 a. C.2​.Este sincretismo hinduista comenzó a desarrollarse entre el año 500 y el 300 antes de nuestra era, siguiendo las pautas de la religión védica (que existió entre el 1500 y el 700 a. C.).

El hinduismo contiene muy diversas doctrinas pero mantiene raíces comunes: rituales reconocidos, cosmología y peregrinación a lugares sagrados. Los textos hinduistas están clasificados en śruti (‘oído’ directamente de los dioses) y smriti (‘recordado’, fruto de la tradición). Estos textos discuten temas tales como teología, mitología, yoga, rituales del āgama y matemática básica para la construcción de templos y de altares, entre otros. Las principales escrituras incluyen los cuatro Vedas, los Upanishads, la Bhagavad-gītā, y las Āgama. Las fuentes de estos textos juegan un papel importante en esta religión, pero hay una fuerte tradición hinduista que cuestiona su autoridad con la finalidad de profundizar en el entendimiento de estos textos y también para desarrollar más ampliamente las tradiciones.

Temas prominentes en las creencias hinduistas incluyen el karma (acciones y consecuencias de las acciones), el samsara (la reencarnación o ciclo de nacimientos y muertes), varios tipos de yoga (prácticas para lograr moksha), y los cuatro objetivos del hombre («purusharthas», de púrusha: ‘varón’, y artha: ‘objetivos’):

  1. dharma (religión, ética y obligaciones),
  2. artha (prosperidad y trabajo),
  3. kama (satisfacción de los deseos y las pasiones),
  4. moksha (salvación espiritual),

Las prácticas hinduistas incluyen rituales como la recitación de oraciones, la meditación, las ceremonias para distintos momentos importantes en la vida de una persona (como el paso a la pubertad), festivales anuales y peregrinaciones ocasionales. Algunos hinduistas abandonan su vida social y pertenencias materiales para dedicarse a las prácticas monásticas (sanniasin).

El hinduismo prescribe obligaciones morales, tales como la veracidad (satya), abstenerse de hacerle daño a seres vivientes, paciencia, tolerancia, autocontrol, y compasión, entre otros.

Las cuatro denominaciones mayores del hinduismo son vaisnavismo, shivaísmo, shaktismo y smartismo.

El hinduismo es la tercera religión más grande del mundo. Sus seguidores, denominados «hinduistas», suman 1150 millones (más de un 16 % de la población mundial). Los hinduistas forman la mayor parte de la población en la India, Nepal y Mauricio. También hay significantes comunidades hinduistas en el Caribe, África y Norteamérica.

Una de las partes más importantes del hinduismo es el vegetarianismo, que se basa en la creencia de ahimsa.

El hinduismo ha sido immensamente perseguido por otros. Durante las invasiones musulmanas más de mil años, hasta 400 millones de hindúes fueron asesinados y millones se convirtieron a la fuerza o fueron esclavizados.3​Durante el gobierno europeo de la India, los hindúes fueron tratados como ciudadanos de segunda clase y millones fueron asesinados por ellos o murieron de hambre.

Los prejuicios coloniales en las descripciones de la historia hindú todavía están presentes en la actualidad. Esta historia discriminatoria y eurocéntrica del hinduismo todavía está presente hoy debido a la falta de representación hindú entre los eruditos occidentales que estudian el hinduismo.

 

Espiritualidad maya

Espiritualidad maya, una historia, una fuerza, su espiritualidad es la vida de un pueblo oprimido.


Nuestros hermanos árboles nos dan alimento, sombra, calor, cobijo, herramientas, música y lengua, por ellos nos hablan los vientos y el agua, también la tierra y el fuego, allí­ pronuncian los pájaros sus voces innumerables y los insectos sus zumbidos; nos regalan el perfume del ocote o del copal con que se inspiran nuestros cantos y oraciones; y nos regalan la belleza maravillosa de sus flores y sus frutos, placer y medicina; son sagrados, nos enseñan cómo está vinculado todo el universo, la vida y los seres humanos, por ellos comenzamos a pronunciar las primeras palabras, porque sin el aire que nos dan no podrí­amos respirar; también del sueño de los árboles se alumbra el maí­z, porque es cuidado por sus sombras, que son los ojos de los guardianes.

En sus raí­ces y en sus ramas se alojan y pasean los distintos animales que nos resguardan, los animales de la oscuridad y los de la claridad, los del dí­a y los de la noche, los de la luna y los del sol.

El hermano árbol ceiba es nuestro abuelo y abuela, allí­ recoge los espí­ritus de nuestros antepasados para que no se alejen, por él tienen memoria y se alimentan cada uno de sus hijos e hijas, allí­ nace la vida y se apaga y vuelve a encenderse, allí­ danza eternamente el ritmo hueco del tambor para apagar y encender en color distinto las huellas de la vida, sea blanco al norte, sea amarillo al sur, sea negro al poniente, sea rojo al oriente, sea verde al centro, sea azul alrededor y junto a la madera, porque de agua y de cielo está hecho el árbol sagrado de la vida, pedazo de tierra que penetra el corazón de la montaña y se enciende cuando el águila solar desciende en él cada mañana.

Un árbol que está bien arraigado y profundo, puede desarrollarse mejor y dar mejor sombra y volver a dar frutos en abundancia para muchas generaciones, tomando en cuenta la calidad y fertilidad de la tierra en donde está sembrado y los cuidados que se le da.

La historia nos hace crecer, y nos enseña a cuidar nuestro patrimonio cultural espiritual, nos hace pensar y sentir que es vital para la vida de un pueblo que sufre y lucha por su futuro mejor.

Desde que me acuerdo, en mi infancia se practica la ceremonia del maí­z, de los manantiales, para la siembra la invocación del viento para que no dañe los cultivos, los cerros más altos de la región en donde vivimos con nuestros padres aunque ha habido muchas dificultades en su proceso seguimos practicando y enseñándoles a nuestros hijos y a las generaciones venideras para una mejor unidad y convivencia en el futuro venidero.

Nuestros ancestros mayas practicaron y cultivaron sus creencias religiosas para poder subsistir y poder tener y mantener su fuerza y no ser derrotados por sus enemigos, mantuvieron así­ una imagen y su poder, en la ceremonia religiosa, significa invocar a un ser superior o un dios que a su manera de ver las cosas si existen, aunque nunca supieron que existí­a el Cristianismo como en la actualidad, pero a través de la observación de las cosas que existen en la naturaleza, el movimiento del espacio en sí­, fueron descubriendo momentos especiales, así­ como el tiempo de la siembra para la práctica de la agricultura y el estudio del espacio mismo.

Esto les hizo pensar múltiples cosas que a mi manera de ver, para ellos existen dioses de diferentes categorí­as y puestos, cada uno de ellos tienen sus funciones diferentes y se practican diferentes ceremonias para cada uno, por supuesto que los sacerdotes juegan un papel muy importante, dentro de la organización religiosa y la organización social y económica.

Pero la ceremonia más grande, que creo que es la práctica más grande en la espiritualidad humana en muchas regiones del mundo, es a la MADRE NATURALEZA, LA MADRE TIERRA, desde luego que estoy hablando desde antes de Cristo.

La espiritualidad maya y la de los demás pueblos indoamericanos no ha desaparecido, porque esta espiritualidad es la forma particular e histórica en que se ha manifestado el espí­ritu en nuestros pueblos indios, esta espiritualidad es una manera de vivir y escuchar, de ver y comunicar, de darse cuenta y apropiarse las experiencias espirituales únicas e irrepetibles que las comunidades autóctonas han tenido a través de su historia, experiencias que las han llenado de vida y alegrí­a, de sacrificio y solidaridad, de esperanza y verdad, de convivencia pací­fica y armoniosa, de justicia y dignidad.

La espiritualidad maya e indoamericana no es sólo la creencia antigua y la costumbre tradicional, sino sobre todo, la actitud de agradecimiento permanente a la vida y la comunicación con la naturaleza, el universo y todos los seres vivos. La espiritualidad maya e indoamericana no ha olvidado el agradecimiento principal a la Madre Tierra, porque los seres humanos somos sus hijos e hijas no somos sus dueños, no somos nosotros los que tejemos el hilo de la vida sino que es ella la que la ha tejido, junto al Padre Sol, que con su calor, su luz y su espacio siembra en ella cada hijo e hija, por eso, somos hijos e hijas de la tierra y del sol, provenimos del corazón de la tierra y del Corazón del Cielo y corremos la misma suerte que nuestro padre y madre, por eso los respetamos, los cuidamos y les agradecemos la vida.

NUESTRO ANTEPASADO NO LEJANO Y SU RESISTENCIA

Durante más de 500 años la civilización occidental no ha respetado la tierra, los árboles, la diversidad de plantas, animales, cultivos, climas y culturas, no ha respetado los espí­ritus de nuestros antepasados ni los suyos propios que se guardan en cada elemento de la naturaleza donde se vive, por eso no aman la tierra donde viven, ni siquiera la tierra de la que están hechos, porque no conocen los espí­ritus que viven en ellos(as).

Los occidentales desde que pisaron América han saqueado, asesinado, destruido y vuelto mercancí­a cuanta riqueza natural y humana han encontrado a su paso, contaminándola y convirtiéndola en un desierto lleno de miseria material y soledad espiritual como en ninguna edad indí­gena existió.

Su religiosidad ha sido ajena a la espiritualidad de la tierra y la naturaleza, no la conoce, porque no se ha puesto a escuchar su propio corazón ni el de sus hermanos y hermanas, sino sólo las razones del dinero y del poder, sólo escucha sus ansias enfermas de dominio sobre los cuerpos, mentes y corazones de los más débiles, de los más pobres, de los sin rostro, sin nombre, sin palabra y sin derechos.

El occidental no escucha el corazón de la tierra que se muestra en comunidad, porque vive solo, aislado del dolor y las necesidades de sus hermanos y hermanas; el occidental no escucha el corazón del cielo que brota en el jardí­n de toda la humanidad, llamada ahora diversidad cultural, porque sólo cree en “el dios de su cultura”, no sabe que al que llama Padre es Padre de todas las culturas, no sólo de la occidental.

Por eso, nuestros pueblos indios desde hace más de 500 años, aunque fueron vencidos material y técnicamente, no lo fueron en lo espiritual, su sabidurí­a ancestral les permitió reconstruir sus fiestas religiosas en comunidad, a veces en secreto y otras abiertamente, pero supieron conservar su propia espiritualidad en los ritos, imágenes y teologí­a católica y occidental, porque supieron dialogar en lo interno con la cultura del invasor, se quedaron con el Espí­ritu Común a toda la humanidad sin perder su propio Espí­ritu, lo mismo que hicieron pero al revés, aquellos religiosos y religiosas occidentales nobles de corazón, que se atrevieron a escuchar y a defender a las personas y culturas indias.

La historia y nuestro antepasado nos ha enseñado muchas cosas que nos han heredado la sabidurí­a de su espiritualidad, y que por medio de esa organización espiritual que tuvieron y que se sigue practicando en la actualidad es de mucha importancia para la sobrevivencia en la actualidad por intereses ajenos a nuestra cultura, de alguna manera nos ha enseñado que se tiene que creer en algo para poder seguir adelante.

espiritualidad maya



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